Un chileno revoluciona la agricultura con inclusión

Transformó su discapacidad en una fuerza para innovar en el campo chileno.


Alfredo Carrasco, nacido en Quinta de Tilcoco, región de O’Higgins, Chile, no solo cambió su historia tras quedar parapléjico a los 21 años por un accidente de ciclismo de montaña: convirtió ese golpe del destino en motor de transformación. 

Heredero de la vocación agrícola familiar, técnico agrícola de profesión, decidió que su nueva relación con la tierra no incluiría renuncia, sino reinvención. Así nació FarmHability, un proyecto agrícola inclusivo que adapta terrenos, tecnología y espacios para que personas con discapacidad puedan trabajar, aprender y producir en el medio rural. 


FarmHability ofrece una estructura diseñada pensando desde la accesibilidad: invernaderos hidropónicos con pasillos y mesones adaptados para quienes usan silla de ruedas, sistemas de riego automatizados, cultivos de lechuga, sandía, melón y otros vegetales. 

Además, Alfredo y su equipo desarrollan un prototipo de silla de ruedas "off road" y un vehículo adaptado para uso agrícola, comprometiéndose a reducir barreras físicas para el desempeño de labores rurales. 


El impacto social de FarmHability va más allá de la producción: el proyecto sirve de plataforma formativa. Se realizan talleres, cursos de integración y capacitación, con especial atención en personas con discapacidad, adultos mayores y comunidades rurales tradicionalmente excluidas. 

Alfredo ha entrevistado a cientos de personas en situaciones similares para entender sus obstáculos reales: geográficos, de acceso, actitudinales. Esa escucha activa definió muchas adaptaciones del proyecto. 


En lo institucional, la iniciativa ha logrado reconocimientos nacionales e internacionales. Carrasco ha recibido premios como “Líder de la Ruralidad” del IICA, y su proyecto ha sido destacado por el Ministerio de Agricultura, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y otros organismos por demostrar que inclusión y productividad no solo pueden coexistir, sino que son elementos que se potencian mutuamente. También ha logrado alianzas con supermercados locales para comercializar hortalizas, lo que le da al proyecto viabilidad económica y visibilidad. 

Además, este modelo aporta al debate sobre desarrollo rural sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). FarmHability contribuye directamente al ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y al ODS 10 (reducción de desigualdades), al promover inclusión laboral real, generar ingresos, y derribar barreras estructurales. 


Alfredo también subraya la importancia de políticas públicas que respalden económicamente iniciativas como la suya, de modo que no queden aisladas o dependientes de gratificaciones institucionales momentáneas. 

El cambio que propone Alfredo Carrasco es profundo: no es solo producir alimentos, sino transformar el imaginario sobre quién puede trabajar en el campo, con qué condiciones, y cómo la discapacidad no tiene que ser sinónimo de limitación. FarmHability es una prueba viviente de resiliencia, innovación social y agrícola, y de cómo la inclusión bien entendida es también una estrategia de crecimiento sostenible. En un país con profundas desigualdades territoriales, este proyecto invita a repensar el rol de la agricultura no solo como actividad económica, sino como espacio de dignidad, comunidad y equidad.



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