Brasileña creó una botella capaz de potabilizar agua con el sol

Una solución portátil y sostenible contra la falta de agua potable en comunidades vulnerables.


En un país donde millones de personas todavía carecen de acceso seguro al agua potable, una joven ingeniera brasileña decidió buscar una solución que fuera práctica, económica y sustentable. 

Se trata de Bárbara Gosziniak Paiva, investigadora de la Universidad Federal de Ouro Preto (UFOP), quien diseñó un prototipo de botella que utiliza la energía del sol para purificar agua contaminada.


La innovación se basa en un principio conocido, la desinfección solar del agua (SODIS), pero aplicado en un formato portátil y accesible. La botella fue diseñada con materiales resistentes a la radiación ultravioleta y con un sistema que asegura una exposición homogénea al sol, garantizando que bacterias y microorganismos dañinos sean eliminados en pocas horas, sin necesidad de químicos ni electricidad.

El dispositivo busca ser una alternativa real en comunidades vulnerables, donde el acceso a infraestructuras de saneamiento es limitado o inexistente. Su portabilidad permite que familias rurales, escolares o comunidades afectadas por desastres naturales puedan tener agua segura a partir de fuentes contaminadas como ríos, pozos o tanques de almacenamiento.


Más allá de la tecnología, el proyecto de Bárbara tiene un objetivo social claro: empoderar a comunidades con una herramienta sencilla y de bajo costo. Su propuesta busca democratizar el acceso al agua, uno de los derechos humanos más básicos, y al mismo tiempo reducir la dependencia de sistemas de filtración caros o de insumos que suelen escasear en zonas rurales.

El impacto potencial es enorme. Según datos de Naciones Unidas, en América Latina más de 166 millones de personas no tienen acceso seguro al agua potable. Una solución como la que propone Bárbara podría no solo disminuir los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua, sino también abrir un camino hacia prácticas más sostenibles y resilientes frente al cambio climático.


La botella, que hoy se encuentra en fase de pruebas y optimización, refleja una tendencia creciente en la ciencia latinoamericana: la búsqueda de soluciones simples, asequibles y ambientalmente responsables a problemas urgentes. 

Bárbara Gosziniak Paiva representa a una nueva generación de investigadoras que entienden que la innovación no siempre depende de tecnologías complejas, sino de la capacidad de traducir la ciencia en impacto social real.

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