Amigos del Mar: surf, escuela y esperanza en Cartagena, Colombia
Cómo una fundación usa el surf para educar, empoderar y transformar vidas.
En la isla de Tierra Bomba, frente a Cartagena, el surf ha dejado de ser solo un deporte para convertirse en una herramienta de transformación social. La Fundación Amigos del Mar, creada en 2015 por Pedro Salazar, trabaja con niños y adolescentes en riesgo social, ofreciéndoles oportunidades de educación, liderazgo y formación deportiva. Su misión es clara: utilizar el océano y el deporte como motores de cambio para la juventud local.
El proyecto parte de una necesidad urgente. Muchos jóvenes de la isla enfrentan abandono escolar, falta de acceso a actividades extracurriculares y entornos vulnerables. Amigos del Mar estableció un sistema donde participar en deportes náuticos como surf, SUP y windsurf está condicionado al compromiso escolar, incentivando la asistencia, la disciplina y la responsabilidad.
El programa también integra educación complementaria. Los participantes acceden a talleres de arte sostenible, reciclaje, inglés y conciencia ambiental, reforzando valores de cooperación, creatividad y respeto por el entorno. Según la fundación, estas actividades ayudan a los jóvenes a proyectarse más allá de los límites de la isla, fortaleciendo su autoestima y motivación.
Uno de los proyectos más innovadores es Olas Paz, que vincula el cuidado del medio ambiente con la práctica del surf. Los jóvenes recolectan residuos plásticos y participan en jornadas de limpieza de playas, lo que les permite transformar los desechos en elementos útiles para sus deportes y al mismo tiempo generar conciencia sobre la importancia de proteger el océano.
El impacto de la fundación es tangible. Más de 50 jóvenes han logrado reintegrarse al colegio y desarrollar habilidades deportivas que los han llevado a competir en torneos nacionales. Además, se han convertido en referentes de su comunidad, demostrando que la disciplina, la educación y el deporte pueden cambiar realidades en entornos vulnerables.
La historia de Amigos del Mar es un ejemplo de cómo la combinación de deporte, educación y conciencia ambiental puede transformar vidas. En Tierra Bomba, el surf no solo crea atletas, sino ciudadanos comprometidos con su comunidad y el planeta. La fundación demuestra que con innovación, liderazgo y pasión, incluso las olas pueden convertirse en oportunidades para el cambio.
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