Esta científica protege jaguares como nadie imagina

Genética y valentía: rastreando jaguares para frenar el tráfico ilegal en Bolivia.

En Bolivia, los jaguares enfrentan amenazas constantes por la caza y el tráfico ilegal. Paola Nogales, bióloga boliviana, ha dedicado años a rastrear estas rutas de comercio ilegal para proteger a la especie. 

Con un enfoque basado en genética forense, analiza restos de pieles, colmillos, cráneos y otros materiales decomisados, lo que le permite determinar el origen de los animales y trazar rutas de tráfico que antes eran invisibles.

Entre 2020 y 2023, Nogales recorrió diferentes ecosistemas, desde la Amazonía hasta el Chaco boliviano, recolectando evidencia para su proyecto Improving Jaguar Conservation through Genomics

Su trabajo ha permitido identificar al menos dos poblaciones genéticas distintas en el país y cuatro huellas genéticas clave, datos que resultan fundamentales para planificar estrategias de conservación efectivas y para apoyar investigaciones judiciales contra traficantes.


Su metodología combina herramientas avanzadas de biología molecular con tecnología de secuenciación de genomas completos. Cada análisis proporciona información precisa sobre la distribución de los jaguares, sus linajes genéticos y los patrones de comercio ilegal, datos que antes eran imposibles de obtener debido al alto costo de estas técnicas. 

La reducción de precios tras la pandemia permitió a Nogales acceder a equipos de lectura de ADN, usando muestras tan pequeñas como mechones de pelo o fragmentos de colmillos.

Además de su trabajo científico, la bióloga enfrenta desafíos logísticos y administrativos. La Policía y autoridades de conservación han sido lentas en entregar los restos decomisados, lo que limita la velocidad de sus análisis. Aun así, su compromiso ha permitido que cada descubrimiento se traduzca en estrategias de protección concretas y en evidencia sólida para casos legales.


Gracias a estos estudios, se ha documentado que gran parte del tráfico ilegal se concentra en áreas específicas de Santa Cruz y La Paz, información que ayuda a diseñar planes de vigilancia y protección de hábitats críticos. 

Su trabajo también permite comprender cómo las poblaciones de jaguares se ven afectadas por la pérdida de hábitat y la presión humana, conectando ciencia, conservación y acción social.

La historia de Paola Nogales demuestra que la ciencia puede ser un acto de valentía. Con cada jaguar rastreado y cada evidencia analizada, no solo protege a una especie icónica, sino que inspira a comunidades y autoridades a tomar decisiones informadas. Su labor evidencia que la conservación efectiva combina datos duros, tecnología y pasión por la naturaleza.

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