Donde otros ven descarte, Redalco ve comida
La organización busca garantizar la seguridad alimentaria para las poblaciones más vulnerables.
De acuerdo con un informe de la ONU, en el mundo se desperdician aproximadamente 1.3 mil millones de toneladas de alimentos al año, lo que equivale a un tercio de la producción total.
Este problema no solo tiene implicaciones económicas y sociales, sino también ambientales significativas, contribuyendo al cambio climático y al agotamiento de recursos naturales, pues el desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Pero lo más grave es que, mientras millones de toneladas de comida terminan en la basura, casi 1000 millones de personas en todo el mundo padecen hambre, contribuyendo así a la inseguridad alimentaria, especialmente en poblaciones vulnerables.
A nivel mundial, el 45% de las frutas y vegetales que se cosechan se desperdician cada año, y solo en Uruguay se pierden 125.000.000 de kilos, es decir un tercio de la producción anual, en tanto, 250 mil personas padecen inseguridad alimentaria.
El desperdicio de alimentos se produce en todos los países, tanto en comercios, industria, pero principalmente en los hogares, por lo que si se generara mayor conciencia sobre este problema, se podrían tomar pequeñas acciones para reducir su impacto.
En respuesta a ello y con el fin de hacerle frente a la hambruna en Uruguay, nació en 2016, Redalco (Red de Alimentos Compartidos), una organización que se dedica a rescatar frutas y verduras que son desperdiciadas por los productores, antes de ser vendidas, por su forma tamaño o color.
La ONG recoge las frutas y verduras directamente en chacras, luego, con ayuda de un gran equipo de voluntarios las clasifican asegurándose que no haya productos en mal estado. Posteriormente, los alimentos son distribuidos a más de 400 organizaciones sociales que trabajan con poblaciones vulnerables.
Entre los beneficiarios están club de niños, escuelas, liceos, centros juveniles, merenderos, comedores, refugios y ollas populares. Así, garantizan que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan, pues su misión es reducir el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria en el país.
Gracias a la labor que realizan, garantizan tres platos de comida diarios a más de 60 mil personas cada semana. Solo en el último año lograron entregar 1.550.225 kg de alimentos a distintas organizaciones sociales, generando un verdadero impacto en las poblaciones vulnerables.
Como si fuera poco, anualmente la organización realiza una campaña denominada Misión Platos, en la que convocan a organizaciones públicas y privadas y a la sociedad civil en general a hacer donaciones para entregar platos de comida. Este año, la meta es llegar a 1.200.000.
Así, evitan que millones de alimentos se sigan desperdiciando, mientras miles de personas pasan hambre. Lo más importante, es que la labor de esta ONG demuestra que todos pueden ser parte del cambio y ayudar a combatir la hambruna mundial.
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