Creció sin luz. Hoy enciende pueblos enteros con su invento

 Gracias a su ingenio está revolucionando la manera de crear energía.

Hernán Asto es un joven de Ayacucho, uno de los departamentos más empobrecidos de Perú, que ha logrado revolucionar la manera de crear energía tras poner en práctica un novedoso invento.

Tras pasar su infancia a la luz de las velas, como todavía lo hacen hoy cientos de ciudadanos de zonas rurales del país, estudió Ingeniería Civil, donde descubrió que las plantas son capaces de producir electricidad.

Con el apoyo de un equipo de profesionales y luego de más de 10 años de pruebas e investigación, desarrolló Alinti, una tecnología innovadora capaz de generar electricidad a partir de la fotosíntesis de las plantas.


Durante su investigación, Hernán se dio cuenta que las plantas, mediante la liberan electrones a través de sus raíces. Para capturar estos electrones, el ingeniero creó  una microcelda que luego los almacena en una batería.

Utilizando filamentos de grafito y metales blandos, el sistema aprovecha los procesos biológicos naturales para generar electricidad de manera continua. Esta energía, puede utilizarse para cargar teléfonos celulares, encender bombillos, o conectarse al alumbrado público.

El invento del peruano es una solución innovadora para las comunidades con acceso limitado o nulo a la electricidad, un problema que afecta a  700 mil viviendas en el país y a  675 millones de personas en todo el mundo.

Aunque inicialmente su proyecto comenzó en macetas tradicionales, hoy, gracias al respaldo que ha recibido su invento, tiene una nueva versión: Alinti A-bro. El nuevo Alinto A-bro es biocargador pequeño, ligero y portátil, y mediante su panel táctil se puede controlar la intensidad de la luminosidad, así como el cambio de colores según las emociones.

Además, posee un comando de voz, que ofrece una guía sobre cómo cuidar la planta, lo que al tiempo puede ayudar a mejorar la calidad del aire de la vivienda y a tener una mejor salud y calidad de vida.

Esta tecnología, sirve para cargar diversos aparatos que tengan un puerto USB y, además, funciona como lámpara ecológica, por lo que este invento también tiene un fuerte impacto medioambiental.

Las plantas solo requieren del mantenimiento mínimo que necesitan estos organismos, un poco de agua y nada más. Además, se estima que cada planta puede vivir más de 10 años, por lo que es una solución verdaderamente sostenible.

Además de ser la primera startup peruana de este tipo, esta iniciativa ha recibido varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales, pues gracias a Alinti, hoy miles de ciudadanos de zonas rurales de Perú cuentan con energía.

Entre los premios que ha recibido el peruano por su invención están: el concurso internacional “Una idea para cambiar la historia”, organizado por History Channel, donde ocupó el segundo lugar. 

Por su parte, en 2023, Alinti recibió el premio Bio-Circular Verde en la categoría MIPYME durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), celebrado en Estados Unidos; mientras que en 2024 recibió el máximo galardón en los Global eAwards de la Fundación NTT DATA

Si bien el éxito es evidente, Hernán y su equipo trabajan para expandir el alcance de su proyecto, por lo que  actualmente buscan financiamiento y nuevos socios para masificar esta solución económica y sostenible.

Esto, con el fin de llevar energía limpia y sostenible a quienes más lo necesitan, pues el impacto de esta tecnología  puede ser clave para reducir la pobreza energética y sus efectos negativos en la educación, la seguridad y el desarrollo económico en las comunidades más olvidadas del país.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eva Ramón Gallegos: la mexicana que logró eliminar el VPH

Bolivia tiene una red de mujeres plomeras con la que están haciendo historia

¿Plantas para limpiar un lago? Dayana Blanco demostró que funciona