El manatí amazónico, es una especie endémica de Sudamérica. Se encuentra principalmente
en el río Amazonas y sus afluentes, en países como Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y en la zona de las Guayanas.Es una de las 3 especies de manatíes en el mundo y el único que habita en agua dulce. Aunque puede alcanzar hasta los 500 kilos, son inofensivos y mansos, incluso es difícil avistarlos. No obstante, hoy su subsistencia está en peligro.
Estos enormes mamíferos, habitan sobre la cuenca del Amazonas, especialmente en aguas calmadas y lagos. Allí se alimentan de plantas acuáticas, por lo que tienen un rol clave dentro de este ecosistema, pues su presencia en los ríos es considerada como un indicador del bienestar marino y ecológico.
Estudios señalan que estos mamíferos son capaces de pastar hasta 8 horas al día y pueden ingerir hasta el 15% de su propio peso corporal. Además, su dieta su dieta también favorece al desarrollo del fitoplancton y zooplancton ya que sus heces y orina son muy ricas en nitrógeno, por lo que funcionan como un fertilizante natural para los ecosistemas acuáticos donde habitan.
Pese a su importancia ecosistémica, esta especie se encuentra en peligro. Históricamente ha sido amenazada por caza y la pesca. Asimismo, la degradación de su hábitat, en especial por deforestación y contaminación, al igual que las actividades humanas han puesto en riesgo su existencia.
Por ello, científicos de Brasil trabajan para proteger y rehabilitar estos enormes mamíferos. A través del Proyecto Peixe-Boi del Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas (INPA) expertos se dedican a estudiar y preservar esta especie.
Mediante esta iniciativa, la organización rehabilita y rescata cachorros huérfanos. En santuarios, las pequeñas crías son cuidadas, alimentadas y monitoreadas permanentemente para luego ser liberados nuevamente al río.
Aunque el proceso puede tardar meses, se ha convertido en una esperanza en la preservación de esta especie. Incluso, algunos casos de hembras han sido tan exitosos, que una vez en su hábitat natural se han reproducido satisfactoriamente, generando nuevas generaciones de crías.
Pero los esfuerzos del proyecto no se detienen ahí. Una vez los animales son liberados, continúan siendo monitoreados. Además, la organización trabaja de la mano de las comunidades locales para educar sobre la importancia de proteger y preservar esta especie.
Así, la Asociación se ha convertido en un lugar destacado para la reintroducción de manatíes, con una tasa de éxito superior al 90 %, lo que está permitiendo, entre otras cosas, la repoblación de esta especie en lugares donde incluso ya había desaparecido.