En el corazón de Bogotá, donde las calles vibran con el ritmo de la vida urbana, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia (CMMC) está tejiendo una revolución silenciosa con Telarciclo, una iniciativa que transforma los desechos textiles en oportunidades. Este proyecto, nacido de la necesidad de enfrentar el creciente problema de los residuos de la industria de la moda, recicla telas descartadas para crear nuevos productos, desde bolsos hasta uniformes corporativos.
La magia de Telarciclo ocurre en talleres comunitarios, donde mujeres como Ana Torres, una costurera de 42 años de Suba, dan vida a retazos que otros desecharon. Gracias a esta iniciativa, en 2024, se empleó a más de 70 mujeres, muchas de ellas madres cabeza de familia.
La iniciativa va más allá de la reutilización: es un movimiento educativo que busca cambiar mentalidades. A razón de ello, la CMMC organiza talleres en colegios y barrios para enseñar a la comunidad cómo reducir el desperdicio textil y valorar lo que ya tienen. “No se trata solo de reciclar, sino de repensar cómo consumimos”, explica Claudia RamÃrez, directora de proyectos de la corporación.
En su primer año, Telarciclo recolectó más de 12 toneladas de textiles que habrÃan terminado en vertederos, convirtiéndolos en productos que ahora se venden en ferias locales y empresas comprometidas con la sostenibilidad.
Aún asÃ, el camino no está exento de desafÃos. La falta de infraestructura para el reciclaje textil a gran escala y la competencia con la ropa barata de importación son obstáculos que la CMMC enfrenta con determinación. Sin embargo, su alianza con el sector privado y su enfoque en la certificación de residuos aprovechados están abriendo puertas. Un claro ejemplo de ello es que en abril de este año, planean lanzar una lÃnea de uniformes reciclados para escuelas, un proyecto que promete ampliar su alcance y demostrar que la sostenibilidad es viable incluso en contextos económicos complejos.
AsÃ, Telarciclo es un hilo conductor entre el pasado y el futuro, un recordatorio de que los desechos pueden convertirse en recursos y las dificultades en oportunidades. En un mundo donde la industria textil es responsable de millones de toneladas de basura anuales, esta iniciativa colombiana ilumina el camino hacia un cambio positivo. Cada producto vendido, cada mujer empoderada, es una puntada en un tejido más grande: el de una Latinoamérica que recicla, crea y sueña con un mañana más justo y limpio.