Bogotá transforma desechos en energía

 


En Bogotá, en promedio, una persona genera alrededor de un kilogramo de basura al día, lo que equivale a más de 3,600 toneladas de basura al año. Estos desechos van a parar al relleno de Doña Juana, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar.

Hasta el relleno, llegan diariamente unas 6.700 toneladas de basura al día, lo que ha convertido este vertedero en una bomba de tiempo ambiental, pues la liberación de gases, los malos olores y las plagas de animales se han convertido en un verdadero problema para los ciudadanos que residen en barrios aledaños.


De acuerdo con estudios técnicos desarrollados por autoridades ambientales, el relleno de Doña Juana ya alcanzó su capacidad máxima de almacenamiento, y podría operar solo hasta este 2025, pese a ello, su futuro aún es incierto.

Operando desde el año 1988, es el relleno sanitario más grande de Colombia, ya que recibe residuos de las 20 localidades de Bogotá, y de municipios cercanos como Fosca, Choachí, Une y Chipaque.


Sin embargo, el problema de las basuras no es solo una cuestión de acumulación de desechos; es una crisis que abarca la salud pública, el cambio climático y la contaminación de los océanos, por lo que el Distrito debe tomar medidas urgentes para encontrar una salida viable a este problema.

A razón de ello, y como parte de la solución, mientras se define el futuro del vertedero, en la zona se construyó una planta de Biogás para aprovechar los gases que generan los residuos orgánicos en el relleno, así como para reducir las cargas contaminantes que llegan a la atmósfera, como lo es el el dióxido de carbono y el metano.


Esta planta que se puso en marcha en el año 2016, consta de 290 pozos para los residuos sólidos, y desde los cuales luego se aspira el gas mediante una tubería de polietileno de alta densidad que hoy en día tiene 76 kilómetros de extensión.

Desde las tuberías, el gas llega a tres modernas chimeneas donde el metano, un material muy contaminante, es incinerado a más de 1000 grados de temperatura para convertirlo luego en combustible que es empleado para producir energía eléctrica.


Gracias a este proceso, se evita la emisión a la atmósfera de 900.000 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que equivale a la misma cantidad de carbono que captura un bosque con 160 millones de árboles.

Con la generación de energía, esta planta suple a más de 60.000 hogares en la capital colombiana del suministro eléctrico. Además de ser la única planta que está haciendo una generación de energía eléctrica a partir de biogás del relleno sanitario; contrario a los sistemas de generación solares, eólicos o hídricos, no depende de ningún factor económico, político, o climático para su funcionamiento.


Gracias a este proyecto, se eliminan los malos olores en la zona, se reducen los desechos en el relleno sanitario y se mejora la calidad del aire. Asimismo, como resultado de este proceso se emiten Certificados de Reducción de Emisiones (CRE) o bonos de carbono que son vendidos en el mercado nacional e internacional, lo que le deja regalías a la ciudad de Bogotá por más de $3.000 millones.

Así, el 24 % de los ingresos que se obtienen por la captura del biogás y el 6 % de todos los ingresos que se reciben por la actividad energética, van directamente al Distrito, el cual lo invierte en programas sociales que beneficien a las comunidades aledañas al relleno sanitario.

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